Experiencias de un español en Omán, un tranquilo país en la boca del Golfo Pérsico.

jueves, 25 de septiembre de 2008

Mi trabajo

Lo primero de todo, estas son fotos de una obra de construcción. Por favor no penséis que Mascate es así. ¿Que cómo es Mascate? pues en cuanto termine Ramadán echo unas fotos y las cuelgo aquí.

El proyecto está dentro de lo que quiere ser el campo de golf más espectacular de toda Arabia. Es un PGA-18 par 72 ¿Que que es eso? Pues un campo difícil al parecer. Cuando sepa mas lo detallo.

Lo que yo voy a hacer son las casitas dentro del campo de golf. ¡Y vaya casitas! Con 5 dormitorios yo las llamaría mansiones. Aquí las llaman "Villas".

A la izquierda la caseta de obra de la propiedad. A la derecha, replanteado en blanco es donde irá mi caseta de obra. A la izquierda del camión está la fábrica de "greens". Ahí hacen crecer la hierba de los "greens" para luego trasplantarla brizna a brizna a los hoyos. De locos.

Esta es la carretera temporal que va por el perímetro del campo. Está sin terminar, claro.

Este es el terreno virgen.

Y este es el hoyo 5 del campo de golf. Por supuesto, todavía no se ha plantado la hierba. Pero si las palmeras. Al fondo se aprecian las primeras edificaciones.

Si estás leyendo esto en diciembre de 2009 compara esta foto con las que he colgado hace poco cuando se terminó el campo de golf ¡Es increíble la diferencia! ¿Verdad?

martes, 16 de septiembre de 2008

Nuestra casa en Omán

Encontrar casa en Omán no es fácil. Hay pocas. Hace falta visado de residente (no lo tendremos hasta al menos un mes), hay dificultades con el idioma, y esto no es Europa, EE.UU. o Japón, donde las puedes encontrar hasta por internet. Incluso hemos leido que en muchos sitios te piden ¡Un año de alquiler por adelantado!

Asi que cuando a través de la empresa constructora nos dijeron que tenían algo que nos podía valer no le pusimos muchos peros, ya que no hemos tenido que hacer ningún papel ni pagar nada.

No me malinterpretéis, la casa está bien, es grande, con dos dormitorios enormes con su propio baño cada uno, un salón muy grande, cocina con tendedero y un cuarto de baño extra donde hay un retrete y ¡una lavadora! No se que hace una lavadora ahí. Es una americana de esas de carga superior y es tan grande que no se puede cerrar la puerta. Hemos pensado que esta ahí para hacer la colada de todo el edificio, pero por el momento no ha venido ningún vecino con una bolsa llena de calzoncillos sucios.

Hay aire acondicionado en todas las habitaciones, hasta en la cocina. Os podéis imaginar el calor. Parece un chiste, pero uno NO se puede duchar con el agua fría ya que escaldarías como las gambas de mi tía Tatí en navidad. Esto es debido a que el depósito está en la cubierta. Lo que hay que hacer es apagar el calentador y ducharte con agua caliente, que al estar dentro de la casa se convierte en la fría. Así que te duchas con el grifo del agua caliente (que sale frío) y si te apetece agua más caliente ¡abres un poco el grifo de la fría! Y en invierno al revés (que en realidad es al derecho).

Los muebles son feos pero prácticos. Y tenemos unos armarios empotrados de 3x3m en los dos dormitorios.

De todas formas, otra ventaja que tenemos es que si encontramos algo mejor, podemos mudarnos en cualquier momento.

Este es nuestro dormitorio, la cama es cachonda. Y el colchón lo más duro que jamás he visto, pero se duerme bien. Las sábanas las hemos comprado en Zara Home, en el Centro Comercial que tiene Carrefour y todo. Como en casa. Para ir a Ikea hay que hacer como mi prima, que iba de Cartagena a Madrid, compraba y se volvía con los muebles sobresaliendo por las ventanas bajadas. Solo cambia Cartagena por Mascate y Madrid por Dubai. Son unas 3 horas de coche. Con el precio de la gasolina lo que más gastas es tiempo.


Este es el salón. Hemos redistribuido los muebles y le he tirado una nueva foto con luz natural para verlo en toda su gloria. Al redistribuir he echado la cinta métrica y salen casi 36 m2 de salón. Eso es más que la mitad de mi antigua casa. Con unos cojines monos y un par de cuadros quedará de lo más acogedor.

Cuando terminemos de desmpaquetar minipimer, tostadora, etc. Le hacemos una foto a la cocina.

domingo, 14 de septiembre de 2008

Motorizados

SÁBADO 14. ¡Ya tenemos coche! ¡Libertad! Esta es la matrícula:Por fin podemos movernos con autonomía. Es un Nissan Altima 2.5 No entiendo mucho de coches pero es grande y potente. Para lo que lo vamos a usar vale de sobra. Además, nos lo han conseguido a través de la empresa constructora por lo que sale muy barato.
La modelo SI está incluida.

En cuanto tengamos la visa de residentes compraremos un coche y luego otro. Tengo intención de comprarlos de segunda mano pues para lo que lo vamos a usar aquí gastar de más no nos interesa. Además, a lo mejor así nos podemos permitir algo más chulo. Seguro que esto va a ser tema de blogs puesto que al parecer hay varias opciones: Comprarlo en el concesionario de segunda mano, buscar en anuncios, preguntar al coche de al lado en el semáforo cuanto quiere por su coche (no es broma, esto lo hemos leído en una guía de Omán) y la última opción es la más interesante. Hay una subasta de coches de segunda mano todos los viernes por la tarde en Mascate. Probaremos este viernes a ver que hay, quién sabe, a lo mejor compramos un deportivo viejo por dos duros. Lo malo es que la guía recomienda ir con un amigo árabe (glup).

Por desgracia, casi todas las fotos que tengo son de noche, cuando estamos de compras y conociendo el lugar. Durante el día solo he estado conduciendo al trabajo y vuelta, pero pronto iré poniendo más fotos de lugar. Mientras tanto, ya avanzo la foto de la puerta de uno de los mejores centros de buceo de Mascate (hay muchos) para que mis amigos Raúl, Aleyois y Belinda (las primeras potenciales visitas) ya vean que les estamos preparando las inmersiones.

Perdido en mi habitación

JUEVES. Primer día en Omán.

Estar en un país extraño, sin coche y con unas temperaturas de espanto durante día y noche no invitan a salir a pasear. Pero si encima estás en pleno Ramadán, casi todo está cerrado hasta la noche. Casi no hay taxis (están durmiendo), no hay restaurantes (están en ayunas) o bares (aquí solo se bebe alcohol en tu casa, en algunos restaurantes y en los Hoteles, y en Ramadan están cerrados) así que mejor quedarse en casa.

Si la calidad del hotel se midiese por el tamaño del minibar, este sería un 9 estrellas. Tenemos una nevera/congelador en la habitación (a la izquierda).

Por fortuna un chofer y un encargado de la empresa que va a trabajar para la mía en el proyecto Omaní (de eso hablaré otro día) nos llevan al hipermercado a comprar provisiones al caer la tarde. Es como un Hipercor donde casi todo está fabricado en India. Lo curioso es que con esto del Ramadán está abierto hasta la 1 de la noche. Otra curiosidad, el Hiper se llama Lulu.

VIERNES. Segundo día en Omán. El viernes es el festivo oficial en el Golfo Pérsico. En los Emiratos el fin de semana es viernes y sábado. Aquí es jueves para algunos y viernes para todos.

Todo está cerrado todo el día. No salimos de la habitación. Por suerte tenemos servicio de habitaciones y muchas películas. Algo de descanso tampoco viene mal.
Estas son las vistas desde nuestra habitación. Mascate está muy disperso. Es muy lineal pues discurre entre el mar y la montaña. Cada zona varía un poco, pero no ves edificios muy altos. Hay algo de verde, al contrario que Dubai. Pronto mandaré más fotos.

viernes, 12 de septiembre de 2008

Vuelo Madrid - Mascate

Empiezo este blog al comienzo de la aventura de irme a vivir a Omán con el recuerdo de un correo que circula por Internet acerca de un estudiante de Erasmus que se fue a Islandia y al principio todo le pareció muy bonito, como una postal, con la nieve, los renos, etc. Más tarde mandó otro correo diciendo que eso era el infierno con el aire acondicionado a tope, todo cubierto de mierda blanca y cagándose en los renos después de atropellar a uno.

Espero que dentro de unos meses no hable de mierda amarilla en lugar de arena y que no tenga que dar nunca un parte al seguro por atropello de un camello.

Pero empecemos por el vuelo. Hubiese sido muy agradable (Qatar Airways es de semi-lujo) de no ser por la diabólica limitación de peso del equipaje. En la página web la limitación era 20 kg por persona y ¡7 kg de equipaje de mano! Pero si una maleta dura pesa 5 kg vacía y el bolso de mano que llevaba mi amiga Laura todos los días al trabajo pesaba 10.

Para darle más emoción a la cosa cada kg extra cuesta 41€. Vaya broma. Mi primer intento de maleta pesa 30 kg. Vamos, tan solo 410 € extra. Me sale más barato ponerle sellos de correos a la maleta o comprar otro billete y traerme un muñeco lleno de calzoncillos, camisas y los libros de cocina de mi mujer ¡se ha traído 3!

Así que tracé un plan. Llevar algo de peso pero no demasiado, unos 23 kg cada uno. Y el equipaje de mano llevarlo medio vacío a facturación. Para llenarlo antes de cruzar el control de policía.
Tensión en facturación. Al pasajero delante nuestra no le dejaron pasar la maleta de mano por volumen. A la vez que le repetían que el límite es 7 kg. No dicen nada de las maletas y no prestan mucha atención al equipaje de mano ¡Prueba superada!

Pero al hacer cola para embarcar ¡Desastre! ¡Se traen una báscula de baño! Aquí he de decir que mi mujer trajo un bolso tamaño cesta de la playa y yo un trolley pequeño pero matón. Dentro tenía todo lo pesado o de valor que quería llevar a Omán: Portátil, cámara, objetivos, cortauñas, documentos, discos duros, gafas de nadar, ipod, walkie talkies, cargadores y 600 metros de cables usb, audio y vídeo. ¡Unos 18 kg! Empiezo a sudar. Rápidamente meto todo lo pesado en una pequeña bolsa "mi saco" que me cuelgo discretamente bajo el brazo (con toda la discrección con la que uno se puede colgar una alforja de burro), pero aún asi la maleta debe seguir pesando unos 13 kg. Los pasajeros van cayendo víctimas de la báscula uno tras otro. Por fortuna, los cadáveres atascan la báscula y marchamos alrededor de la masacre sin echar la vista atrás.

El resto del viaje es bastante agradable. El avión es un Airbus 330 (mi hermano me ha corregido, no era un 320) comodísimo, con películas a la carta y un menú interactivo donde puedes encontrar utilidades tan prácticas como el Tetris o esto:
Por lo demás, la comida fue de lo mejor que he probado en el aire, el servicio amabilísimo y el recibo de la calefacción sin pagar, no penséis que nos habíamos ataviado con las vestimentas locales, son mantas:

Madrid (España) - Doha (Qatar): 6 horas, escala rapidísima de 1 hora y Doha - Mascate (Omán): 1,5 horas más o menos. Total unas 9 horas que con la diferencia horaria de dos horas hacen que si sales a las 11:20 llegues a las 22:30 más o menos.

En el aeropuerto somos recibidos con el típico cartelito de Sr. XXXX y nos llevan directamente al hotel con tratamiento VIP.