Tonalidades aparte, esto ha sido un avance enorme. Gracias a estos documentos, hemos podido abrir una cuenta bancaria, comprar un coche para Naomi (fotos pronto), tener un contrato para móvil e Internet (antes estábamos en prepago), etc.
Poco a poco vamos mejorando nuestra calidad de vida. Todavía no nos hemos apuntado a ninguno de esos clubes de campo de los hoteles (ver post combatir el aburrimiento) ni hemos ido a bucear ya que estamos comprando dos coches a la vez y es mucho gasto, pero no vivimos mal.
De hecho, ahora el tiempo es perfecto para hacer senderismo, que es muy barato y en verano no se puede ni concebir debido al calor. Tenemos una temperatura fenomenal para ir a la playa, comer fuera, etc. Cuando llegue el verano nos centraremos en bucear, hacer el vago en la piscina y ejercicio en gimnasios con aire acondicionado.
No se que va a pasar con el Taekwondo ya que no tiene aire. Por cierto, las clases se han suavizado bastante o hemos recuperado forma física. Creo que ambas cosas. La verdad es que los Omaníes son en general gente muy amable y hospitalaria. No tienen nada que ver con sus vecinos del oeste, que tienen demasiado dinero y miran a todo el mundo por encima del hombro.
En la recepción del embajador (donde muy a nuestro pesar no sirvieron Ferrero Rocher ni Jamón JJJJJ) conocimos a más españoles y ya hemos hecho un par de excursiones por Omán (pasado mañana cuelgo las fotos).
La verdad es que es un grupo muy majo y muy variopinto. Anoche cenamos en un italiano y luego fuimos al Trader Vic's, un bar/pub/restaurante tipo americano/indonesio donde tocaba un grupo colombiano de salsa en directo, lleno de ingleses, Omaníes e Índios donde servían alcohol camareras Filipinas. Una combinación muy rara (parece un chiste).