Experiencias de un español en Omán, un tranquilo país en la boca del Golfo Pérsico.

sábado, 1 de noviembre de 2008

Playa de Mascate (Qurum Beach)

Esta playa tiene tela de kilómetros. Baña a muchos de los hoteles de Mascate, baña a la zona diplomática, baña a las calles, baña a tu padre, los indios lavan la vajilla de la barbacoa con el aguita de Mascate. Moja el patio del colegio, moja el Ministerio...


Toreros Muertos aparte, la playa no está nada mal. Y como todas las playas de aquí, tiene unas conchas curiosísimas (perdónenme los argentinos).


Quizás porque mi niñez sigue jugando en las playas del Mediterraneo, me llaman mucho la atención. Y en cada playa son distintas.


Serrat aparte, la playa está muy bien. Te la puedes recorrer en coche para evitar el tráfico (mejor con la marea baja)

Pero no es frecuente, tiene que ser 4x4 y no te tiene que importar que se oxiden los bajos.


Naomi y yo hemos venido un par de veces cuando cae la noche para correr por la arena de la orilla (más dura). Está muy bien, sobre todo por el baño final refrescante y tonificante. He de reconocer que me da miedo bañarme solo (Naomi no se apunta) y de noche en el mar, pero lo hago. Es lo único a lo que tengo miedo irracional. Admito que tengo otros miedos, como por ejemplo probar un plato cocinado por mi amigo Josele, pero el que conoce a Josele sabe que eso es un miedo racional ;)

1 comentario:

  1. Ensoñaciones desde el índico. Qué bonito.

    Me encantan las conchas. Has tocado la fibra sensible de mi alma marina (amén de otras interpretaciones)

    Si esto es lo que aflora a la superficie ya no hay excusas para no bucear y dejar de visitar esos fondos marinos.

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