Experiencias de un español en Omán, un tranquilo país en la boca del Golfo Pérsico.

viernes, 24 de junio de 2011

Viaje a Vietnam, Hanoi

Kiss me goodbye and write me while I'm gone.
Goodbye my sweetheart, Hello Vietnam.

I hope and pray someday the world will learn
that fires we don't put out will bigger burn.
We must save freedom now at any cost
or someday our own freedom will be lost.

(Dame un beso de despedida y escríbeme mientras no esté.
Adiós mi amor, hola Vietnam.

Espero y rezo por que algún día el mundo aprenda
que los fuegos que no apagamos arderán más fuerte.
Debemos salvar la libertad ahora a cualquier precio
o algún día perderemos nuestra propia libertad.)

.......Wright Johnny - Hello Vietnam (1965) escuchar
El señor y la señora Serviola se han ido de luna de miel. Viviendo en Omán no nos apetecía ni playa ni país árabe (por cambiar). Nos decidimos por Vietnam.
Vietnam sigue siendo Vietcom (Vietnamitas Comunistas).
El ejército sigue con sus bicicletas pero el pueblo, al aumentar su poder adquisitivo ha pasado en los últimos años a las motos.
Hay millones transportando todo tipo de mercancías.
Mi impresión es que el país más que comunista es una democracia socialista de único partido pero plenamente capitalista. El pueblo vota a sus representantes locales y nacionales de entre un único partido y los parlamentarios elijen al presidente. Tiene muchas cosas buenas, como que, al contrario que sus vecinos los indios, no hay ni miseria extrema, ni malnutrición ni gente con enfermedades horribles por la calle sin tener dinero para tratamiento. Aquí hay seguridad, sanidad gratuita y libertad de comercio. Cualquiera puede abrir una tienda, todas las plantas bajas de Hanoi están ocupadas por comercios y la actividad económica fluye por las calles de la ciudad. Estos comercios son muy humildes en su mayoría. Aquí tenemos un peluquero en la calle:
Desde nuestro hotel, en el corazón del casco antiguo, teníamos una vista panorámica privilegiada de Hanoi:
Podíamos ver a la gente haciendo ejercicio por la mañana en sus casas o tendiendo la ropa.
Las casas de todo el país tienen una planta rectangular con fachadas en los lados estrechos y medianeras en los largos. Tanto en las ciudades como en el campo. Es una normativa muy extraña.
La calle al amanecer, antes de que el asfalto y las aceras sean ocupadas por las motos. Good morning Vietnam!
Lo primero que hicimos fue visitar el mausoleo de Ho Chi Minh. Una experiencia impactante que me hizo pensar mucho.
Ho Chi Minh fue un hombre aventurero que con 22 años viajó a los EE.UU. como cocinero en un barco. Allí trabajó como panadero, luego también trabajó en un restaurante en el Reino Unido, siguió a Francia donde sus ideas comunistas empezaron a fermentar para terminar en la Unión Soviética y China, donde formó su partido político y comenzó la revolución comunista de Vietnam. Echó a los franceses invasores de su país pero murió en el 69, 5 años antes de que Vietnam ganase la guerra a los americanos. A pesar de ser el líder político de Vietnam, vivió de una forma muy humilde, pidió ser incinerado a su muerte y que sus cenizas se esparciesen en los 4 puntos cardinales de su país. No respetaron sus deseos.
Los Rusos convencieron a los Vietnamitas de que Ho era más que un símbolo del comunismo y lo embalsamaron como a Lenin. Si escucháis el programa "Polvo eres" de Nieves Concostrina en Radio Nacional de España (muy recomendado), sabréis que Ho Chi Minh es uno de los muchísimos personajes históricos cuyos deseos póstumos no fueron respetados y también que a Rusia le queda muy poco para enterrar a Lenin, ya que la opinión pública se decanta por esa opción. Muy irónico.

En cualquier caso, la historia ha demostrado que, al contrario que la canción, no valía la pena luchar contra el comunismo a cualquier precio, que el comunismo no puso en peligro las libertades de los EE.UU. y no se si a Vietnam o China les hubiese ido mejor con el capitalismo. Tampoco los comunistas son unos santos, pero seguramente a países como la India les iría mejor con el comunismo, porque la democracia capitalista que hay ahora es un desastre y un auténtico polvorín.
¿Comunista yo? No, sin duda. Sobre todo para España o para occidente. Pero en países como la India, muy rurales, muy grandes, poco desarrollados, que han fracasado como democracias capitalistas, etc., ahí si veo el potencial del comunismo.
Como dije, ver a Ho embalsamado te hace pensar. Lamento no poner fotos, pero está prohibidísimo meter una cámara en el mausoleo. Por cierto, está lleno de visitantes vietnamitas, su pueblo de adora todavía.

En un tono más ligero, me llamaron la atención los carteles de los aseos del complejo presidencial:
No se de donde han sacado esas imágenes, pero parece que se han inspirado en una película de gángsteres. Lo curioso es que no se identifican nada con la vestimenta de un vietnamita hombre o mujer o de los turistas.
En el mismo complejo presidencial se encuentra la pagoda de un solo pilar. Los vietnamitas son muy espirituales.
Dejan a los budas ofrendas de todo tipo; dinero, fruta, tabaco... es muy curioso.
Esta señora me recordó a mi abuela materna, con el rosario. No sabía que los budistas también lo usan. Hasta ahora he visto a cristianos católicos, ortodoxos, musulmanes, budistas y tengo entendido que los judíos y los hindúes también lo usan. Pero si todas tienen tanto en común ¿por qué la religión nos separa en lugar de unirnos?
Al igual que en la India, aquí las esvásticas, desde muchísimo antes de los nazis, son muy populares.
Son un símbolo de buena suerte.
Este es el templo/Universidad de la literatura o de Confucio. Muy bonito.
y este es el templo más viejo de Hanoi, el Ngocson, del siglo XVIII. Para los americanos y vietnamitas esto será antiguo, pero para los españoles, no.


Después de tanto templo, recuperamos fuerzas comiendo noodles. Nuestro guía nos llevó a un sitio muy especial. Regentado por gente muy humilde y donde come gente muy humilde. Más que un restaurante es como una de esas casa de Galicia donde la señora que vive en esa casa sirve platos tradicionales a precios módicos. Eso si, no hay elección, solo se come lo que han cocinado ese día. En este caso, esto es lo único que cocinan todos los días, quizás por eso fue la comida más sabrosa que tomamos en Vietnam. Toda una experiencia.

Una cosa a la que cuesta acostumbrarse es cruzar la calle. No es como el videojuego de la rana que cruza la carretera, con esa técnica te van a atropellar seguro. Hay que dar un paso de fe y simplemente meterse en el tráfico y moverte despacio. Ellos te esquivan. Si no lo haces así, nunca van a parar y no podrás cruzar.
Lo último que hicimos en Hanoi es ver el teatro tradicional de marionetas de agua. En lugar de estar suspendidas se mueven desde debajo del agua. Pensé que nos metíamos en una atracción solo para turistas, pero estaba lleno de vietnamitas y lo disfrutamos mucho. Es impresionante lo que son capaces de hacer.

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