Experiencias de un español en Omán, un tranquilo país en la boca del Golfo Pérsico.

sábado, 16 de mayo de 2009

Nuestra nueva casa

Abre la ventana
que avive la mañana
al cuarto y la cocina.

Aire, aire.
Aire pasa.
Aire nuevo,
Aire fresco
pa la casa.

Aire, aire.
Pasa, pasa.
Que tenga la puerta abierta
la alegría pa la casa.

..................José Mercé, Aire.

Dos Pakistaníes con su camioneta nos llevaron todos nuestros enseres a nuestra nueva casa. Cuando se enteraron de que soy español, me pasó algo inusual. En lugar del típico "Ahh, ¡Real Madrid, Barcelona!" etc. Me soltaron un "Ahh, Ishbania make very good Kalashnikov TA TA TA TA TA!" (¡Ahh, España hace muy buenos Kalashnikovs!). La onomatopeya no necesita traducción ¿verdad? Me quedé de piedra ¿Quien me está haciendo la mudanza? ¿Al Qaeda? ¿España fabrica fusiles AK-47? He mirado en Internet y resulta que no solo se fabrican en Rusia, pero como la venta de armas en España es un secreto de estado, no se sabe nada. ¿Es esto una primicia periodística?

Siguiendo lo que digo en el vídeo, aun así, todo se quedó pequeño en esta casa tan grande (207 m2). Al fin y al cabo, los únicos muebles fueron una cama y un puff.

Este es nuestro nuevo hogar. The Wave, Muscat. Nos echaron del anterior porque lo teníamos a través de la empresa que estaba asociada a la nuestra, y como ya no estamos asociados, pues a buscarse la vida. Hemos tenido que investigar mucho para encontrar una casa de dos habitaciones (por ahora no necesitamos mas). El mayor problema es que las familias omaníes son muy numerosas (10 o más hijos fácilmente) por lo que lo que más hay son viviendas de 5 habitaciones con un cuartucho anexo o separado para la criada de la casa, dos salones (uno para hombres y otro para mujeres) y una tapia alrededor del chalet por privacidad. Las calidades y, sobre todo, los gustos también dejan mucho que desear en la mayoría de los casos, sobre todo viniendo del país del hormigón.

Esta es una urbanización recién terminada. Muy limpita y muy mona con sus plantas, palmeras, etc. Es la más famosa de Omán por su modernidad y porque es junto con la que estoy construyendo yo (Muscat Hills) la primera promoción en la que los extranjeros pueden comprar una casa. En el resto de Omán solo se puede alquilar. Al comprar una casa obtienes permiso de residencia.
No he sido yo en plena fiebre patriótica. Delante de nuestra casa han plantado un bosque de banderas españolas (Lantana Camara). Yo creía que ese nombre solo lo usábamos en España, pero resulta que es universal.

Estas son las vistas desde nuestra casa.

Pero si pongo la imagen completa, donde dije antes recién terminada, debería decir recién terminándola, pues todavía van a hacer más casas. Justo delante nuestra están haciendo el puerto deportivo. Dentro de un par de años ya no tendremos vistas al mar. La casa es alquilada, por lo que no importa. Lo que sí que es un poco molesto es el ruido de la obra, aunque dentro y en el jardín (al otro lado de la casa) no se oye.

La cocina desde el fregadero. Tiene una ventana mirando al mar, pero no hice la foto porque eso suponía limpiar el fregadero y me tenía que ir a trabajar.

El anterior piso venía amueblado, este lo estamos amueblando poco a poco. Para tomárnoslo con calma, hemos amueblado el salón con un juego de jardín. Cuando encontremos unos sofás que nos convenzan (los muebles aquí son horribles) lo que ves se irá al jardín. Ahora estamos eligiendo el arte de las paredes, que le darán a la casa más sesación de hogar.

Dormitorio
con balcón
y baño kilométrico con dos lavabos, bañera XL, ducha XXL, WC y bidet. Todo en fila suma unos 8 metros.

El patio/jardín hoy. Solemos desayunar o cenar en este porche.

El patio/jardín a los dos días de llegar a la casa. En nuestra primera barbacoa, justo cuando vinieron mis grandes amigos Raúl y Gonzalo. Créetelo o no pero les encargué que nos trajesen mi guitarra, el paellero de gas "made in Valencia" que nos dejamos en Madrid, jamón, alcohol, etc. y me trajeron todo eso y más (hasta el enchufe a la botella de butano española que, obviamente no podemos usar aquí). El 80% de su maleta eran cosas para nosotros. Naomi está haciendo unas paellas y arroces negros buenísimos. Muchísimas gracias.

Este es el dormitorio de invitados que, mientras no hay invitados, es un despacho.

con su ducha

En nuestro sótano tenemos una plaza dentro de la casa (se cierra la puerta y Naomi puede dejar el moco abierto) y una plaza privada pero en la calle del garaje común. Valen su peso en oro pues así los coches están a la sombra y protegidos de la intemperie (salvo de las inundaciones tropicales). También hay muchísimo sitio para guardar cosas, un aseo y un cuarto para la lavadora y secadora. Esto venía con la casa, lo cual es de agradecer. También venían horno, microondas, friegaplatos, nevera, hervidora y tostador. Pero el cutre del casero se ha quedado con los dos últimos ¡Que morro! Menos mal que no se ha llevado los tapones de los baños, las puertas o las bombillas.

Este es el lenguaje que yo entiendo mejor. Por cierto, si te fijas en las fotos, seguimos (y seguiremos) sin tener televisión (solo vemos deuvedés en el portátil).